El Comienzo de una Actividad Deportiva y el Rol de los Padres
Cuando los niños de 5 a 7 años empiezan a practicar deportes, el enfoque debe estar en la diversión y el desarrollo de habilidades motoras, no en la competición.
Entrenamiento Noticia 2025-05-30
Por: Staff Triatlon.com

Aquí tienes la traducción al español del texto, con un enfoque en la claridad y la fluidez:


El Comienzo de una Actividad Deportiva y el Rol de los Padres

Los niños generalmente empiezan a practicar deportes entre los 5 y 7 años, a menudo coincidiendo con el inicio de la etapa preescolar. En esta fase, la actividad deportiva debería ser principalmente un juego para los niños, con el único objetivo de desarrollar sus habilidades motoras.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, esto no sucede así. Cuando un niño se expone a parámetros muy medibles, como los resultados deportivos que se manifiestan de inmediato, el espíritu competitivo surge rápidamente. No hay nada inherentemente malo en el espíritu competitivo como un elemento de la actividad deportiva. Sin embargo, este mismo espíritu competitivo despierta muchas tentaciones morales, todo en el deseo de lograr un mejor resultado, de vencer al niño o la niña en el carril de al lado, o de conseguir un mejor tiempo en el cronómetro.

En este periodo, los padres tienen la mayor influencia. Su influencia puede ser positiva o negativa. Los padres que ejercen una influencia positiva son aquellos que comprenden completamente el proceso de desarrollo del niño a través del deporte, que apoyan a sus hijos en cuanto a las condiciones de entrenamiento, pero que no interfieren en la delicada relación entre el niño y el entrenador deportivo.

Aquí es precisamente donde surge la influencia negativa de los padres que no respetan ni la edad de su hijo ni las normas morales de la sociedad. Ellos ven a sus hijos como potenciales ganadores de trofeos, o, en el peor de los casos, como un medio para obtener ganancias materiales si el niño tiene éxito en su carrera. En estos casos, los imperativos morales se distorsionan completamente, y esta mala relación padre-hijo se traslada a la relación entrenador-hijo, entrenador-otros niños y niño-otros niños.


Moralidad en la Elección del Deporte y el Enfoque

Otro aspecto desde el cual deben observarse los valores morales en este periodo de desarrollo es la polémica sobre la elección del deporte y el enfoque del niño, los padres y el entrenador en la seriedad con la que se toma ese deporte. Se podría teorizar sobre si es más moral y correcto permitir que un niño practique un deporte durante 15 años para el cual no tiene talento y en el que no logra buenos resultados, para luego decirle después de tanto tiempo que nunca tendrá éxito. ¿O es más moral influir en el niño para que practique un deporte para el que sí tiene talento? Existen métodos modernos para verificar para qué deporte está predispuesto un niño, como, por ejemplo, la biopsia muscular. Esto es relevante incluso si al niño no le gusta ese deporte y asiste a los entrenamientos de mala gana.

Decenas de factores influyen en esta problemática, y suele ser específica de cada niño, es decir, de cada familia y entorno. Quizás lo más correcto sea verlo desde la perspectiva de que es moralmente correcto permitir que un niño se dedique a una actividad que disfruta, ya que trabajar y entrenar en un deporte que al niño no le gusta puede tener consecuencias negativas a nivel psicológico más adelante, así como a nivel físico, porque se fuerza una actividad que no tiene un impacto positivo en el estado psicofísico del deportista.

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